Los adultos mayores reciben terapias para mejorar la calidad y la longevidad de vida, pero los beneficios de la terapia con medicamentos también conllevan la posibilidad de que se produzcan eventos adversos medicamentosos (EAM).
Evitar los EAM se ha convertido en una prioridad de salud nacional con un impacto sustancial en los resultados de salud y los costos de atención médica.
La presencia de multimorbilidad, cambios en la función fisiológica y polifarmacia hacen que los adultos mayores sean más vulnerables a los EAM relacionados con la medicación.
El uso de herramientas de apoyo interactivas en forma de conjuntos de pedidos de medicamentos aptos para geriátricos y consultas geriátricas junto con la revisión y optimización de los medicamentos dirigidas por farmacéuticos son imperativo para disminuir la aparición de ADE y cascadas de prescripción innecesaria.
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